Los astros nos definen desde el momento de nuestro nacimiento. Segú nuestro signo de nacimiento tenemos una cierta personalidad, un rol que seguiremos a lo largo de la vida. Conocer ese carácter nos ayudará a ser quien escribe las páginas de nuestro propio destino.
ARIES: EL EMPERADOR
Para este signo hay en la vida un trono por ocupar y esos son los llamados a ocupar ese lugar. Saben que han nacido con todas las cualidades para el éxito. Son meticulosos y perfeccionistas. Prefieren el hacer al decir, y por ello resultan un tanto distantes y misteriosos. Son una pareja poco comunicativa y cariñosa, pero que sabe cumplir con todas las necesidades de su pareja, en el amor y en la vida cotidiana.
TAURO: EL SEMBRADOR
Debemos de ver a este toro no como uno de lidia, fiero y ciego, sino como uno que tira del arado, y que siembra su propia tierra con alegría y con perseverancia. Es un campesino que labra su tierra no para sí mismo, sino para dar de comer a los demás. Quiere un hogar grande y sólido, pues no teme ni a la obligación ni al trabajo duro. Es una pareja fiel y dedicada, que sabe ser generosos y amoroso, fiel hasta la muerte.
GÉMINIS: EL ENMASCARADO
Este signo pone sobre la vida un velo de misterio. No le gusta que la gente lo conozca, pues siente que pierde algo de sí. Revelar sus secretos le hace sentir desnudo. Dentro de si bullen diversas personalidades, pues quiere vivir más de una vida. Es complejo, pero y adaptable. No hay circunstancia adversa que le agobie, pues sabe que su talento puede llevarle por encima de cualquier muralla que le constriña. No pone mucha voluntad en las relaciones de pareja.
CÁNCER: EL CONSTRUCTOR
El cangrejo es un artesano que se debe a la Tierra, y de ella hace su hogar. La arcilla y el agua son sus herramientas, y sus manos su bendición. No espera que se le entregue el techo y la escudilla: él las construye. Por ello necesita de una familia, pues sólo le sabe el pan compartido. Su corazón es tan grande como sus afectos, y profundo como su lealtad. Es persona de un solo amor en la vida, y hace todo lo necesario para hacerlo durar.
LEO: EL CONQUISTADOR
Para el león no hay reto demasiado grande ni enemigo invencible. Sabe que la vida nos pone a prueba, y que lo mejor es ponerse, cuanto antes, manos a la obra, para ganar ese lugar que nos tiene reservado. Reclama su lugar bajo el Sol y está dispuesto a pelear por el con fiereza. Se le reconoce como el mejor amante del zodiaco por ello mismo, pues más que amar, conquista los cuerpos. Es poco devoto y fiel, pero tierno cuando se lo permite.
VIRGO: LA ESTRELLA
Las estrellas, como las personas de este signo, crean su propio sustento y su propia luz con sus cuerpos. Por ello tardan millones de años en apagarse después de haberse ido. La intensidad de Virgo le hace vivir y amar con apuro y desconcierto. No tiene tiempo para contemplaciones ni disculpas. Su amor es maravilloso, pero breve y poco dado a la gratitud. Es, acaso, el signo con una mayor belleza.
LIBRA: EL COMERCIANTE
Este signo sabe dar a todos lo que merecen. En el trabajo, en el amor, en la vida. Lo justo y nada más, ni nada menos. Por ello observa atentamente y sólo interviene cuando es el momento justo. Sabe que todo pensamiento y todo pensamiento debe meditarse largamente antes de ser acometido. Esa la clave de la oportunidad. En el amor es un tanto frío y distante, pues sólo da en la medida que recibe.
ESCORPIO: EL LOCO
Dentro del Tarot, el Loco es aquel que sale al mundo cegado por la pasión, con ansias de comerse al mundo de una sola vez y un corazón puro. Así es Escorpio, quien incluso en nuestros tiempos cree que el amor es una luz para avanzar entre la maldad del mundo. No les es fácil hallar lo que busca (una pareja, una familia, un hogar), pero no por ello va a dejar de buscarlo. Por ello mismo es celoso y posesivo, ardiente y apasionado.
SAGITARIO: EL CAZADOR
Aquel que sale al campo para encontrar el sustento debe tener ojo atento, y leer los mensajes de las nubes, del viento y de las estrellas. El cazador que no conecta con su tiempo está condenado a perderse y a perder a su presa. La presa de Sagitario es el éxito, y no escatima recursos y planes en conseguirlo. Se concentra en exceso en su realización personal, y no toma tiempo para las relaciones personales, en las que es torpe.
CAPRICORNIO: EL ALQUIMISTA
Como los antiguos alquimistas, Capricornio cree que hay una fuerza suprema que puede convertir al plomo en oro y a las malas personas en buenas: el amor. Por ello ama cuando muchas veces no le aman, y se entrega cuando no les dan nada a cambio. Es u defensor de los más débiles, de las causas justas, pues cree que estamos en el mundo para hacer de él algo mejor. Es la pareja más tierna y dedicada de zodiaco.
ACUARIO: EL MARINO
Este signo es un navegante que se sumerge en las aguas no para ir de un sitio a otro, sino por el mero hecho de sacudir las aguas. Es un incendiario que todo lo nuevo está hecho, en buena medida de las cenizas de lo viejo, y por ello se esmera en llevar una antorcha a todas partes. Esa antorcha es su corazón, inflamado de una pasión sin límites. Es una pareja poco cariñosa, pero intensa.
PISCIS: EL ADIVINO
Para el pez no hay nada decidido en la vida, pues el tiempo es como un río, y nunca para de fluir y de cambiar sus aguas. Por ello cree que debemos esmerarnos en soñar, en contemplar la vida para comprender sus planes, no siempre claros ni sencillos. Es alguien que es mejor planificando que en poner manos a la obra, pues los aspectos prácticos de la vida le son un misterio. No es recomendable como pareja, por esto mismo, pero es amoroso y dedicado.